cusóTAPICEROS

Este primer paso es obligarlo para comenzar a restaurar un mueble. Lo primero que debemos analizar es cómo es el mueble, su estilo de decoración, el tipo de madera, si está chapado o no, si está muy deteriorado o poco, si tiene carcoma, etc… Este estudio previo nos ayudará decidir cómo vamos a restaurarlo, y qué técnicas y materiales vamos a emplear. Un aspecto a tener en cuenta: existe una regla de oro en restauración: «los restauradores debe intervenir en su justa medida, sin excederse, y sin incluir piezas nuevas, a no ser que sea totalmente imprescindible».

Una vez decidido qué se va a hacer y cómo, nos toca eliminar la suciedad que el paso del tiempo ha ido acumulado sobre nuestro mueble. Lo primero es retirar el barniz, laca o pintura. Para hacerlo, los más fácil es usar un producto decapante adecuado, que encontraremos en tiendas especializadas. Se aplica directamente sobre la madera y se deja actuar unos minutos. Luego se retira con la espátula y con ella nos llevamos la suciedad. Eso sí, si el mueble que estamos restaurando es muy grande, lo mejor es trabajar por zonas, ya que es importante arrastrar el decapante antes de que se seque. Otra formúla para retirar el barniz viejo de la madera es lijando la superficie hasta que no quede ningún resto.

En esta fase aprovecharemos a eliminar los desperfectos del mueble, para lo que tendremos que desarmarlo y arreglar las partes que estén deterioradas, reconstruyéndolas cuando fuese necesario. Encolar las patas, añadir masilla…

Se desarrolla una vez bien limpia la pieza y antes de darle el acabado final. En esta etapa del proceso aplicamos a la madera un tratamiento adecuado contra los insectos. Si tiene carcoma, inyectaremos en los agujeros que deja este insecto un producto adecuado con ayuda de una jeringuilla.

Podemos igualar el tono de la madera u oscurecerla utilizando nogalina, un tinte extraído de la corteza del nogal que se aplica fácilmente y se seca en un par de horas. Después, tendremos que aplicar dos capas de tapaporos, lijando suavemente en el sentido de la veta entre ambas manos y también al final. Una vez transcurridos unos días, procederemos a dar el acabado al mueble. En este punto del proceso, emplear los productos de antaño como la goma laca o la cera de abejas sería lo más normal, ya que aportan un acabado bello, pero muy delicado. Actualmente, existen en le mercado productos más específicos que te ayudarán a conseguir un aspecto natural y, a la vez, más resistentes.